viernes, mayo 19, 2006
¿Quién Tumbó a Quién?
La Corte Constitucional acaba de darle un giro inesperado a la Ley de Justicia y Paz, un giro que les está haciendo pensar a los paramilitares que el gobierno les incumplió, es decir, que los tumbaron.
Una reacción bastante lógica. Parece que, entre otras cosas, ya no van a poder evadir las penas por las que anteriormente han sido condenados, ya no les tendrán en cuenta su tiempo en el "Hotel Ralito", ya no van a poder sufrir de amnesia cuando declaren sus crímenes ante los jueces, ya no podrán salvar buena parte de sus fortunas aduciendo que sean aparentemente lícitas, y ya no podrían marginar tanto a las víctimas del proceso por adelantado.
Ante ese panorama, gritos como los del señor Báez no sorprenden a nadie, ni tendrían porqué. Pero, valdría la pena preguntarse, ¿realmente quién tumbó a quién? ¿El gobierno a los paramilitares al ofrecerles condiciones excesivamente flexibles que ahora no les puede garantizar, o los paramilitares a la sociedad, al exigir grandes concesiones a cambio de sólo una parte de la necesaria verdad, justicia y reparación, sin siquiera garantizar el cese total de sus operaciones y crímenes?
No encontraron el equilibrio apropiado entre paz y justicia, y ahora están pagando las consecuencias. Irónicamente, con las modificaciones de la Corte el proceso ha quedado moribundo pero, al mismo tiempo, la "mejorada" Ley de Justicia y Paz ha sido fortalecida frente a cualquier posible reclamo legal nacional o internacional que se le quisiera hacer. Desafortunadamente, quizás nunca se llegue a aplicar por falta de interesados (ni siquiera les gustará a la guerrillas), a menos que el gobierno decida "desmejorarla" con urgencia.
Una reacción bastante lógica. Parece que, entre otras cosas, ya no van a poder evadir las penas por las que anteriormente han sido condenados, ya no les tendrán en cuenta su tiempo en el "Hotel Ralito", ya no van a poder sufrir de amnesia cuando declaren sus crímenes ante los jueces, ya no podrán salvar buena parte de sus fortunas aduciendo que sean aparentemente lícitas, y ya no podrían marginar tanto a las víctimas del proceso por adelantado.
Ante ese panorama, gritos como los del señor Báez no sorprenden a nadie, ni tendrían porqué. Pero, valdría la pena preguntarse, ¿realmente quién tumbó a quién? ¿El gobierno a los paramilitares al ofrecerles condiciones excesivamente flexibles que ahora no les puede garantizar, o los paramilitares a la sociedad, al exigir grandes concesiones a cambio de sólo una parte de la necesaria verdad, justicia y reparación, sin siquiera garantizar el cese total de sus operaciones y crímenes?
No encontraron el equilibrio apropiado entre paz y justicia, y ahora están pagando las consecuencias. Irónicamente, con las modificaciones de la Corte el proceso ha quedado moribundo pero, al mismo tiempo, la "mejorada" Ley de Justicia y Paz ha sido fortalecida frente a cualquier posible reclamo legal nacional o internacional que se le quisiera hacer. Desafortunadamente, quizás nunca se llegue a aplicar por falta de interesados (ni siquiera les gustará a la guerrillas), a menos que el gobierno decida "desmejorarla" con urgencia.
Para reclamos penales, favor no contacte al autor. Seguramente se le practicará la abstención activa.
Cualquier otro tipo de comentario o sugerencia será, por supuesto, bienvenido. Copyright © 2004 - 2005. Algunos derechos reservados por el autor bajo Creative Commons.