miércoles, mayo 24, 2006

Los candidatos (II): Serpa

Siguiendo con los demás candidatos, el turno de hoy es para el más veterano en éstas lides. Horacio Serpa Uribe, el representante del otrora gran Partido Liberal. No es coincidencia que tanto él como su partido se encuentren en uno de los momentos de mayor decadencia en su histórica existencia, ahora que él pretende insistir en algo que pocos insistirían.

Image Hosted by ImageShack.us

Don Horacio está insistiendo por tercera vez consecutiva en su aspiración a la Presidencia de la República. Ese solo hecho constituye su primer gran error, ya que a pesar de que César Gaviria haya tratado de reconfigurar lo que quedó después de la huída en masa de Liberales "U"ribistas, la imágen de Serpa es todo menos renovadora. Serpa ha sido el dueño absoluto del Partido Liberal desde antes de su candidatura del 98, porque estaba en fila india para suceder a Ernesto Samper en el trono. Don Horacio lo defendió contra viento y marea (algo que no hizo el mismo Álvaro Uribe, por ejemplo, al menos fue más cauto), y el pesado legado de ese elefante político se lo ha llevado a la tumba. Empezó por tomar la derrota de las garras de la victoria frente a Pastrana, luego fue dado de baja en combate por la propuesta uribista, y ahora no creo que el domingo vaya a poder resucitar de entre los muertos.

Su segundo error no fue el aceptar la embajada de la OEA a inicios del gobierno Uribe, sino el regresar a lanzarse como candidato opositor tan pronto. Al hacer eso rompió su palabra. Sí, ya sé que eso es algo común entre políticos, pero Serpa lo hizo demasiado rápido e inequívocamente para el gusto de muchos. En pocas palabras, también debió esperar por lo menos al 2010, y dejar que alguien más enfrentase a la aplanadora uribista de hoy.

Y finalmente, su último error ha sido su mala utilización de una táctica muy política, muy Liberal, pero sobre todo muy colombiana: ante la duda, haz populismo. Así lo hizo el amnésico López Michelsen para llegar al poder, lo hizo el vivo Ernesto Samper para no dejarse tumbar, y el mismo Serpa entre otros tantos. Pero lo peor no es eso, sino que el populismo de sus promesas no es creíble. No encaja muy bien con los lugares comunes de sus respuestas en debates y entrevistas, lo que hace dudar de su seriedad. Y su discurso es visto con incredulidad por los Gaviristas y con gran aburrimiento por los "U"ribistas, porque ellos sí saben lo que es hacer populismo modelo 2006, así sea en direcciones diferentes.

Ojalá que la tercera sí sea la vencida para Horacio Serpa antes de su retiro final, porque a menos que milagrosamente logre replantear totalmente su estrategia política cada cuatro años o se someta a un cambio extremo, cada vez va a obtener menos votos.



<< Home
Para reclamos penales, favor no contacte al autor. Seguramente se le practicará la abstención activa. Cualquier otro tipo de comentario o sugerencia será, por supuesto, bienvenido. Copyright © 2004 - 2005. Algunos derechos reservados por el autor bajo Creative Commons.