LA HORRIBLE NOCHE

...a los que esperaban algo nuevo con motivo de la visita de la nueva Secretaria de Estado de EE.UU. a nuestro país, después de pasar por Brasil.


Básicamente sucede lo mismo de siempre, o al menos desde que salió un antiguo mastodonte de la Casa de Nariño, hoy simplemente otro paquidermo más del circo que es la política colombiana.

La sonriente señora Rice, a quien toca respetar como ser humano así no agrade políticamente (y para decirlo no veo la necesidad de caer en el machismo y menos en el racismo), no hizo más, al menos en público, que repetir las "declaraciones de apoyo" al gobierno colombiano y hacer alguna referencia a las cada vez más frecuentes "preocupaciones" (algunas más sensatas que otras) con respecto a nuestro vecino. ¿Podía esperarse algo muy diferente? No señor.

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De hecho, era prácticamente previsible todo eso, y no es tampoco raro ver que otra vez se van producir ciertos roces con Chávez por éstos días. Ese disco ya está muy rayado, por ambos lados, ya es hora de comprar otro. Se va a romper tarde que temprano y esos líquidos reparadores que venden por ahí no sirven para nada.

Por eso no veo que cambie nada del otro mundo como resultado de la llegada y la salida relámpago de ésta señora, sinceramente. Vuelven a rodar las mismas ruedas de prensa, las mismas declaraciones de irrespeto y de respeto, todo el libreto que ya nos lo sabemos de memoria.

Sin caer en la indiferencia total, porque a veces hay sorpresas en medio de la rutina, creo que ahora mismo quizás deberíamos preocuparnos más por las cosas que realmente tienen efectos prácticos más inmediatos, de las que hay varios ejemplos, muchísimos.

O si vamos a seguir en la misma línea, por aburrimiento tal vez (o porque no hay nada en la TV), al menos podríamos fijarnos en cosas más concretamente relacionadas con las tan anunciadas compras de armas que realizará Venezuela, tanto las noticias que podrían ser más o menos favorables, como las que no. ¿Será que eso es mucho pedir?