jueves, marzo 03, 2005
Y Todavía Nos Faltan Soldados
Seguimos en guerra, pero parece que el Consejo de Estado opina que los soldados bachilleres, auxiliares y campesinos no pueden prestar servicio en zonas de alto riesgo....seguramente con buenas intenciones, como lo hacía también el llamado Hombre de las Leyes en su día, pero eso no hace sino complicarnos más el panorama.
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A simple vista parece que no es mayor problema, porque de 367.000 efectivos se verían afectados unos 30.000, pero las cifras son engañosas. La gran mayoría de esos efectivos ya de por sí están en guarniciones o bases militares, y si se van a retirar los hombres de las zonas de conflicto, eso va a ser un claro retroceso para los recientes avances en la cobertura de seguridad (lo que es peor en vista de algunas notables arremetidas guerrilleras). Por algo es que Uribe les hacía tanta propaganda a los soldados campesinos, no simplemente para mejorar su imágen.
¿Cómo va el ejército poder cumplir con su labor (lo que ya de por sí es difícil y tiene sus lunares) si tiene que retirar a un buen número de los soldados que constituyen la única presencia reciente del estado en muchos municipios?
No tengo idea.
Para no hablar de que es un retroceso hasta en la simple igualdad, porque precisamente se había sacado a muchos efectivos bachilleres de las oficinas y áreas de administración, donde cumplían con su servicio militar básicamente rascándose la barriga, mientras casi todos los soldados regulares (los que no son bachilleres, los "de ruana", como se decía) sí tenían que arriesgarse. ¿Qué tal el que vayamos a volver a patrocinar eso?
En lo que el Consejo de Estado podría tener mayor razón es en que éstos soldados necesitarían quizás mayor entrenamiento para ser efectivos y protegerse adecuadamente, lo que se puede y se debe solucionar de ahora en adelante (aunque el ejército crea que su entrenamiento actual es suficiente, puede mejorarse), pero pretender aplicar esos estándares retroactivamente...es todo un lío.
Y lo peor es que todavía nos faltarían soldados operativos (esto es, los que efectivamente tienen movilidad y combaten) para obtener la tan cacareada superioridad numérica que, en teoría, es necesaria para derrotar o debilitar gravemente a un grupo insurgente (como mínimo 10 a 1). O sea que estamos de malas.
Si no se toman correctivos a tiempo, ésto va a ser un desastre anunciado. A menos que, claro está, a los fallos del Consejo de Estado les suceda lo mismo que a las leyes del General Santander y en buene parte se queden indefinidamente en veremos...
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A simple vista parece que no es mayor problema, porque de 367.000 efectivos se verían afectados unos 30.000, pero las cifras son engañosas. La gran mayoría de esos efectivos ya de por sí están en guarniciones o bases militares, y si se van a retirar los hombres de las zonas de conflicto, eso va a ser un claro retroceso para los recientes avances en la cobertura de seguridad (lo que es peor en vista de algunas notables arremetidas guerrilleras). Por algo es que Uribe les hacía tanta propaganda a los soldados campesinos, no simplemente para mejorar su imágen.
¿Cómo va el ejército poder cumplir con su labor (lo que ya de por sí es difícil y tiene sus lunares) si tiene que retirar a un buen número de los soldados que constituyen la única presencia reciente del estado en muchos municipios?
No tengo idea.
Para no hablar de que es un retroceso hasta en la simple igualdad, porque precisamente se había sacado a muchos efectivos bachilleres de las oficinas y áreas de administración, donde cumplían con su servicio militar básicamente rascándose la barriga, mientras casi todos los soldados regulares (los que no son bachilleres, los "de ruana", como se decía) sí tenían que arriesgarse. ¿Qué tal el que vayamos a volver a patrocinar eso?
En lo que el Consejo de Estado podría tener mayor razón es en que éstos soldados necesitarían quizás mayor entrenamiento para ser efectivos y protegerse adecuadamente, lo que se puede y se debe solucionar de ahora en adelante (aunque el ejército crea que su entrenamiento actual es suficiente, puede mejorarse), pero pretender aplicar esos estándares retroactivamente...es todo un lío.
Y lo peor es que todavía nos faltarían soldados operativos (esto es, los que efectivamente tienen movilidad y combaten) para obtener la tan cacareada superioridad numérica que, en teoría, es necesaria para derrotar o debilitar gravemente a un grupo insurgente (como mínimo 10 a 1). O sea que estamos de malas.
Si no se toman correctivos a tiempo, ésto va a ser un desastre anunciado. A menos que, claro está, a los fallos del Consejo de Estado les suceda lo mismo que a las leyes del General Santander y en buene parte se queden indefinidamente en veremos...
Para reclamos penales, favor no contacte al autor. Seguramente se le practicará la abstención activa.
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