viernes, noviembre 19, 2004
Ingrid de Arco
Hoy se cumplen 1000 días del secuestro de Ingrid Betancourt, la candidata presidencial del 2002 de la que probablemente todo el mundo ya ha oído hablar.
Leer...
No me malinterpreten por el título que he puesto...yo comparto la preocupación de su familia y amigos por las posiciones relativamente intransigentes del gobierno y de las FARC (para ambos no es más que un instrumento más de sus estrategias político-militares), pero considero que su "martirio internacional" es producto, todo hay que decirlo, principalmente de su relación con su ex-esposo francés (y las buenas ventas del libro que escribió la misma Ingrid, claro).
Sin ese elemento de la ecuación, ni Ingrid por sí misma valdría tanto, ni se usaría como símbolo para la liberación de los secuestrados (una causa que, por supuesto, también comparto). Puede que eso suene mal, pero así lo veo.
Por otra parte, como política su importancia también es más simbólica que real...obviamente que su partido (Oxígeno Verde) representaba y podría representar una alternativa, pero no me parece adecuado prácticamente santificarla y construirle un altar. Tampoco es una Juana de Arco.
Ella no es una santa, es una humana común, que además de ser una mujer valiente está pasando por una horrible experiencia, pero su caso sigue siendo al final otro de miles de colombianos que están en cautiverio, en manos de las FARC en su mayoría pero también de los paramilitares y de la delincuencia común (que suele colaborar mucho en ésta materia con los dos anteriores).
Libertad para Ingrid, sí, pero también para los otros miles de secuestrados, tanto políticos como económicos. Hay que acabar con el secuestro como un todo.
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No me malinterpreten por el título que he puesto...yo comparto la preocupación de su familia y amigos por las posiciones relativamente intransigentes del gobierno y de las FARC (para ambos no es más que un instrumento más de sus estrategias político-militares), pero considero que su "martirio internacional" es producto, todo hay que decirlo, principalmente de su relación con su ex-esposo francés (y las buenas ventas del libro que escribió la misma Ingrid, claro).
Sin ese elemento de la ecuación, ni Ingrid por sí misma valdría tanto, ni se usaría como símbolo para la liberación de los secuestrados (una causa que, por supuesto, también comparto). Puede que eso suene mal, pero así lo veo.
Por otra parte, como política su importancia también es más simbólica que real...obviamente que su partido (Oxígeno Verde) representaba y podría representar una alternativa, pero no me parece adecuado prácticamente santificarla y construirle un altar. Tampoco es una Juana de Arco.
Ella no es una santa, es una humana común, que además de ser una mujer valiente está pasando por una horrible experiencia, pero su caso sigue siendo al final otro de miles de colombianos que están en cautiverio, en manos de las FARC en su mayoría pero también de los paramilitares y de la delincuencia común (que suele colaborar mucho en ésta materia con los dos anteriores).
Libertad para Ingrid, sí, pero también para los otros miles de secuestrados, tanto políticos como económicos. Hay que acabar con el secuestro como un todo.
Para reclamos penales, favor no contacte al autor. Seguramente se le practicará la abstención activa.
Cualquier otro tipo de comentario o sugerencia será, por supuesto, bienvenido. Copyright © 2004 - 2005. Algunos derechos reservados por el autor bajo Creative Commons.
